Trastornos de personalidad

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La personalidad representa un patrón profundamente incorporado de rasgos cognitivos, afectivos y conductuales que persisten a lo largo del tiempo. Estos rasgos se conforman a partir de una matriz que depende de factores biológicos y del aprendizaje a través del ambiente. Estas características de la personalidad no son solo una agregación difusa de tendencias al azar, sino que se trata de una estructura predecible y aprendida de conductas. Así podemos decir que la personalidad es lo que nos hace como somos, y también lo que nos diferencia de los demás.

Todos tenemos unos rasgos de personalidad que se agudizan cuando nos sentimos estresados, deprimidos, ansiosos… y no todos tenemos un trastorno de personalidad. Un patrón de personalidad anormal se da cuando existe una dificultad para adaptarse que se manifiesta en las relaciones consigo mismo y con el ambiente, cuando se utilizan estrategias rígidas que impiden el desarrollo de un amplio repertorio de estrategias de afrontamiento, es decir, cuando la capacidad de adaptación a las circunstancias ambientales se ve superada.

Si se identifican y tratan esos rasgos más desadaptativos mejor será el resultado de la terapia.

  • El TP Límite se manifiesta por una inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen, de los afectos, e impulsividad intensa.
  • El TP Histriónica se caracteriza por una emotividad excesiva y búsqueda de atención constante.
  • El TP Narcisista presenta grandeza, necesidad de admiración y falta de empatía.
  • El TP Antisocial se caracteriza por un patrón de vulneración de los derechos de los demás.
  • El TP Evasiva se caracteriza por inhibición social, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.
  • El TP Dependiente necesita de forma excesiva que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado y miedo a la separación.
  • El TP Obsesivo-compulsivo se preocupa por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la franqueza y la eficiencia.
  • El TP Paranoide presenta un estilo de desconfianza y suspicacia en la forma de actuar.
  • El TP Esquizoide cuando existe un patrón de desapego en las relaciones sociales y poca variedad de expresión de las emociones.
  • El TP Esquizotípica presenta deficiencias sociales e interpersonales con distorsiones cognitivas y comportamiento excéntrico.